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La música como antídoto para manejar el estrés

  • Foto del escritor: LUIS VALLE COLLET
    LUIS VALLE COLLET
  • 5 nov
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: hace 7 días

Incorporar la música en la rutina diaria puede potenciar significativamente el bienestar emocional, ayudando a reducir el estrés, equilibrar las emociones y generar una sensación de calma constante.


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by Luis A. Valle Collet / Publicado: 7 de November 2025



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foto por stockadobe


El estrés se ha convertido en un elemento cotidiano. Las presiones laborales, el ritmo acelerado de la vida y la constante exposición a pantallas afectan tanto nuestro cuerpo como nuestra mente. Ante este panorama, cada vez más personas buscan métodos naturales y accesibles para manejar la ansiedad y mejorar su bienestar emocional. Entre ellos, la música se destaca como una herramienta poderosa y científicamente respaldada.


El poder de la música sobre la mente y el cuerpo


La influencia de la música en el organismo ha sido ampliamente estudiada. Stephanie Ramírez, psicóloga y especialista en gerontología, comentó que este efecto se explica porque la música estimula áreas cerebrales relacionadas con las emociones, la memoria y el sistema de recompensa. Al hacerlo, activa la liberación de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, responsables de sensaciones de placer, motivación y calma.


La psicóloga menciona que escuchar una melodía relajante no solo podría sonar bien, sino que literalmente cambia la química del cerebro ya que los patrones rítmicos y las progresiones armónicas pueden sincronizarse con la actividad neuronal, induciendo estados de concentración o tranquilidad según el tipo de música elegida. Según la especialista esto explicaría el por qué algunos sonidos nos relajan, mientras que otros nos energizan o entristecen.


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Cómo integrar la música a la rutina diaria


La música como herramienta para manejar el estrés no requiere habilidades musicales ni grandes inversiones. Según la especialista, ésta aconsejó algunos puntos importantes para el manejo, estos son:


  • Escucha consciente: Tomar unos minutos al día para escuchar melodías suaves, sin distracciones, concentrándose únicamente en los sonidos.

  • Playlists de canciones personalizadas: Crear listas con canciones que transmitan calma, esperanza o alegría, según el estado de ánimo del momento.

  • Sesiones de terapias musicales: Participar en sesiones grupales o individuales guiadas por profesionales que utilizan el sonido con fines terapéuticos.

  • Combinación con la rutina diaria: Escuchar música durante ejercicios de respiración o meditación potencia los efectos de ambas técnicas.


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"La clave está en identificar qué tipo de música produce relajación y en qué momento del día a día te puede resultar más beneficiosa" señaló la experta.


Conexión social a través de la música


La música también cumple una función social crucial. Cantar en grupo, asistir a conciertos o simplemente compartir una lista de reproducción con amigos puede reducir la sensación de aislamiento y fortalecer el sentido de pertenencia. Según un artículo publicado en Greater Good Magazine, la música fortalece los lazos sociales al fomentar la sincronización emocional y la cooperación entre las personas.


La psicóloga mencionó que sincronía de voces o ritmos genera la liberación de oxitocina la llamada “hormona del vínculo”, lo que refuerza la empatía y el bienestar colectivo. Por eso, actividades como tocar un instrumento en grupo o participar en un coro pueden ser tan beneficiosas para el ánimo como una sesión de relajación individual.


Un recurso accesible


La música ofrece un respiro diariamente. Escuchar una canción puede ser el primer paso hacia la calma, una forma sencilla y placentera de reconectar con uno mismo. La doctora enfatiza que “la música no cura por magia", pero puede actuar como un puente hacia la sanación.


“La música actúa como un puente entre el cuerpo y la mente”, expresó la psicóloga, especialista en manejo del estrés. “Cuando una persona se permite conectar con una melodía, su sistema nervioso responde reduciendo la producción de cortisol, la hormona del estrés, y estimulando regiones del cerebro asociadas con el placer y la calma. No se trata solo de escuchar por escuchar, sino de hacerlo con intención. Incorporar música en momentos de pausa, o incluso mientras realizamos tareas cotidianas, puede convertirse en una herramienta sencilla y poderosa para recuperar el equilibrio emocional”.


Psicóloga/ C.M. Gerontología
Psicóloga/ C.M. Gerontología




La Doctora/Psicóloga Stephanie Ramírez colaboró en el reportaje.





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